En la carretera que conecta Limonal con Las Palomas, existe una planta de combustible cuyas instalaciones han estado paralizadas por más de cinco años. Aunque en un principio se informó que sería una planta de gas, hay indicios de que podría tratarse de una instalación para la venta de gasolina. En los últimos días, se ha observado la reactivación de labores de limpieza en el lugar, lo que ha generado preocupación entre los residentes de la zona, quienes desconocen si estos trabajos corresponden a una posible habilitación de la planta.
Antecedentes
El temor de la comunidad no es infundado. En el año 2020, una explosión en una planta de gas ubicada en la entrada de la Circunvalación, específicamente en el kilómetro 10 de Licey, dejó un saldo trágico de 18 personas fallecidas. Este suceso marcó un precedente sobre los riesgos que representan este tipo de instalaciones cuando no se manejan con los más altos estándares de seguridad.
La reactivación de actividades en la planta ubicada en la carretera Limonal - Las Palomas ha despertado incertidumbre entre los habitantes del área, donde residen más de 15 familias. Hasta el momento, no hay información oficial que aclare si la planta será finalmente habilitada ni qué tipo de combustible manejará. La falta de comunicación con la comunidad y el antecedente de la tragedia del 2020 han aumentado la preocupación entre los vecinos, quienes temen por su seguridad y bienestar.
Conclusión
Es fundamental que las autoridades pertinentes brinden información clara y transparente sobre los planes para esta planta de combustible. Además, se hace necesario que se realicen estudios de impacto ambiental y de seguridad para garantizar que cualquier operación en el lugar no represente un riesgo para la comunidad. La seguridad de los residentes debe ser una prioridad, y la instalación de este tipo de infraestructuras debe cumplir con todas las normativas vigentes para evitar tragedias como la ocurrida en el kilómetro 10 de Licey en 2020.
Recomendaciones
Solicitar información oficial a las autoridades municipales y de medio ambiente sobre la planta.
Realizar una consulta pública con los residentes para discutir las posibles implicaciones de la reapertura.
Exigir estudios de seguridad y viabilidad antes de cualquier habilitación.
Implementar medidas de prevención y protocolos de seguridad adecuados en caso de que la planta entre en funcionamiento.
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