Niños con globos blancos y amarillos se reúnen junto a la estatua de Juan Pablo II, frente al Hospital Universitario Gemelli, donde se encuentra hospitalizado el papa Francisco. (Foto de Andreas SOLARO / AFP)El papa Francisco, quien lleva 31 días hospitalizado en el Hospital Universitario Gemelli de Roma debido a problemas respiratorios, aseguró este domingo estar "atravesando un momento de prueba" con un físico "débil". Así lo expresó en su mensaje del Ángelus, el cual envió por escrito por quinta semana consecutiva.
"Mientras estoy atravesando un momento de prueba, me uno a los tantos hermanos y hermanas enfermos: frágiles, en este momento, como yo", escribió el sumo pontífice de 88 años, quien se recupera de una neumonía bilateral.
Francisco destacó que, a pesar de su debilidad física, "nada puede impedirnos amar, rezar, entregarnos, estar los unos para los otros". Desde su hospitalización el 14 de febrero, el líder de la Iglesia Católica no ha aparecido en público ni ha difundido imágenes suyas.
El último parte médico, emitido por la Santa Sede el sábado en la noche, indicó que su estado de salud sigue "estable" pero que aún requiere continuar con su terapia en el hospital, a pesar de una "mejora gradual". Como señal de progreso, el papa ha reducido "progresivamente" el uso de la mascarilla de oxígeno por la noche, sustituyéndola por una cánula nasal de alto flujo durante el día, lo que obliga a sus pulmones a trabajar con mayor actividad.
Desde su última recaída significativa, registrada el 3 de marzo, su estado ha mejorado de manera constante, y el lunes los médicos dejaron de considerar su pronóstico como reservado. Sin embargo, aún no hay una fecha estimada para su alta médica, ya que el Vaticano apuesta por una recuperación lenta y cuidadosa.
Pese a su hospitalización, Francisco no ha dejado de impulsar sus reformas en la Iglesia. El martes relanzó su gran proyecto de descentralización e inclusión de laicos, proyectándolo hasta la asamblea final prevista para octubre de 2028.
"¡Gracias, queridos niños!"
La prolongada hospitalización del papa Francisco, la cuarta y más extensa en sus 12 años de pontificado, ha generado preocupación sobre su continuidad al frente de la Iglesia Católica. Sin embargo, el pontífice ha reiterado en varias ocasiones su rechazo a renunciar, a diferencia de su predecesor Benedicto XVI en 2013.
Las muestras de apoyo se han sucedido en todo el mundo, con constantes oraciones por su salud. En la mañana del domingo, decenas de niños se reunieron con globos amarillos y blancos frente a la estatua de Juan Pablo II en la entrada del hospital, gritando "¡Papa Francisco, Papa Francisco!".
Uno de los niños, perteneciente a un grupo scout católico, aseguró haber visto al papa en una de las ventanas del hospital, aunque su jefe de grupo lo puso en duda. Valerio Santoboni, un joven de 23 años líder de un grupo scout de Roma, explicó a la AFP que "traer a los niños aquí es una forma de mostrarles una etapa más amplia de la vida cristiana". Los niños llevaron dibujos realizados especialmente para el papa, expresando su apoyo y afecto.
Francisco, en su mensaje, agradeció a los pequeños: "¡Gracias, queridos niños! El papa os quiere y espera siempre encontraros". También pidió continuar rezando por la paz en regiones afectadas por conflictos, mencionando a Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán y la República Democrática del Congo.
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