
El primer lanzamiento comercial del cohete Ariane 6, previsto para las 16h24 GMT del lunes desde el Centro Espacial de Guayana en Kourou, fue aplazado debido a una "anomalía en tierra". Así lo informó el director general de Arianespace , David Cavaillolès, quien señaló que la única decisión viable en ese momento era posponer el lanzamiento, que finalmente no tuvo lugar ese día.
Este retraso es el tercero desde el lanzamiento original programado para diciembre, el cual ya había sido pospuesto en dos ocasiones anteriores. "No tengo ninguna duda de que volveremos a volar pronto", aseguró Cavaillolès.
La misión del Ariane 6 consiste en transportar el satélite militar francés CSO-3 y colocarlo en órbita a una altitud de aproximadamente 800 kilómetros. Este satélite es crucial para reforzar la autonomía militar de Francia y mejorar su capacidad de inteligencia. CSO-3 completará una red de tres satélites, los dos primeros de los cuales fueron lanzados en 2018 y 2020 con cohetes rusos Soyuz.
Sin embargo, tras la invasión rusa de Ucrania en 2022, Europa dejó de utilizar el Soyuz para los lanzamientos de satélites, y el Ariane 5 dejó de operar en 2023. En este contexto, la Agencia Espacial Europea (ESA) busca con el Ariane 6 reducir su dependencia de Estados Unidos y competir frente a empresas privadas como SpaceX, de Elon Musk.
Lionel Suchet , director interino de la agencia espacial francesa (CNES), expresó la importancia de que Europa tenga "los medios para enviar sus propios satélites al espacio de forma autónoma". El presidente francés, Emmanuel Macron , también ha instalado en Europa para reducir su dependencia de Estados Unidos en términos de seguridad.
El retraso en este lanzamiento se suma a los aplazamientos anteriores, que fueron causados por problemas logísticos para llevar el satélite a la base de lanzamiento. La misión, que originalmente se iba a llevar a cabo en diciembre, ha sido pospuesta hasta en tres ocasiones.
El Ariane 6 tiene el objetivo de proporcionar un acceso más seguro y autónomo al espacio para Europa. Para garantizar la seguridad de los lanzamientos, se han implementado medidas estrictas, incluida la patrullaje aéreo de tres aviones de combate Rafale .
El satélite CSO-3 proporcionará imágenes de alta resolución, lo que permitirá a las fuerzas armadas francesas producir mapas militares detallados y tomar decisiones soberanas sin depender de fuentes externas. Además, algunas de las imágenes que capturan serán compartidas con Alemania, Bélgica y Suecia.
Europa también cuenta con el cohete Vega-C , aunque este estuvo inactivo por dos años hasta su regreso en diciembre de 2024 tras un accidente en 2022 que provocó la pérdida de dos satélites. La situación de los lanzadores espaciales en Europa sigue siendo compleja, dado el impacto de los atrasos y la falta de cooperación con Rusia.
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