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En esta fotografía revisada por funcionarios militares estadounidenses, un soldado estadounidense se encuentra entre dos celdas, una utilizada como biblioteca y la otra como gimnasio, dentro del centro de detención Camp VI en la base naval estadounidense de la Bahía de Guantánamo en Cuba, el 6 de junio de 2018WASHINGTON – Más de 150 militares estadounidenses, incluidos marines y efectivos del Comando Sur, han arribado a la base naval de Guantánamo, Cuba, para preparar la ampliación del centro de detención de inmigrantes indocumentados, en un movimiento que forma parte de las nuevas medidas impulsadas. por el expresidente Donald Trump.
El pasado miércoles, Trump escribió un memorando que ordena al Pentágono y al Departamento de Seguridad Nacional expandir “hasta su plena capacidad” el centro de migrantes ubicado en la base. Con la nueva ampliación, la capacidad del centro se elevará a 30.000 camas, lo que lo convertiría en el centro de detención de inmigrantes más grande operado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), superando las 2.000 camas actuales destinadas a deportados. .
Según declaraciones del Comando Sur de EE.UU., los militares desplegados tienen la misión de apoyar la operación en Guantánamo, mientras que el ICE continuará siendo la agencia responsable de administrar el centro de detención. Durante la firma del memorándum, Trump afirmó que la medida busca “detener a los peores inmigrantes ilegales criminales que representan una amenaza para el pueblo estadounidense”.
Los migrantes que actualmente son llevados a la base han sido interceptados en el mar mientras intentaban alcanzar las costas de Estados Unidos, procedentes principalmente de Cuba y Haití. La base naval de Guantánamo opera en un vacío jurídico en el que no se aplican las mismas garantías legales en materia migratoria que en territorio continental, situación que ha generado críticas y denuncias sobre las condiciones de detención.
Un reportaje de The New York Times, basado en informes internos del Gobierno y publicado en septiembre de 2024, reveló que los detenidos en la instalación enfrentan condiciones precarias: se denunció que se les obliga a usar gafas de visión opaca durante los traslados internos, que sus llamadas a abogados están siendo monitoreadas y que algunas áreas presentan problemas de higiene, evidenciados por la presencia de ratas.
Con esta ampliación, la operación en Guantánamo no solo reforzará la política migratoria adoptada por la administración de Trump, sino que también renovará el debate en torno a las garantías legales y los derechos humanos de los migrantes detenidos en la base.
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