¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ése es el Anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre. Quien confiesa al Hijo posee también al Padre. En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros. Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre; y ésta es la promesa que él mismo nos hizo: la vida eterna. Os he escrito esto respecto a los que tratan de engañaros. Y en cuanto a vosotros, la unción que de él habéis recibido permanece en vosotros, y no necesitáis que nadie os enseñe. Pero como su unción os enseña acerca de todas las cosas –y es verdadera y no mentirosa– según os enseñó, permanecéis en él. Y ahora, hijos, permaneced en él para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y no quedemos avergonzados lejos de él en su venida.
Palabra de Dios
Salmo 97
Lectura del santo evangelio según san Juan (1,19-28):
Palabra del Señor.
MENSAJES:
MENSAJE ESPIRITUAL DE LA PRIMERA LECTURA:
La carta de san Juan nos invita a permanecer firmes en la verdad de nuestra fe: quien confiesa al Hijo, posee también al Padre. La unción que hemos recibido del Espíritu nos guía y enseña a discernir, protegiéndonos de los engaños del mundo. Permanecer en Cristo nos asegura confianza y vida eterna en su venida gloriosa.
MENSAJE ESPIRITUAL DEL SALMO:
El Salmo 97 celebra la manifestación del poder y la justicia de Dios, visible para todas las naciones. Su misericordia y fidelidad hacia su pueblo son motivo de alabanza y júbilo universal. Nos recuerda que somos testigos de las maravillas de Dios y estamos llamados a proclamar su victoria.
MENSAJE ESPIRITUAL DEL EVANGELIO:
El testimonio de Juan Bautista nos enseña la humildad y la misión de preparar el camino del Señor. Reconoce su papel como voz en el desierto, allanando el camino para Aquel que es más grande. Su mensaje nos anima a reconocer a Cristo, incluso cuando el mundo aún no lo conoce plenamente, ya vive en espera activa de su presencia.
REFLEXION FINAL: Mantenernos en la verdad, proclamar la victoria de Dios y preparar su camino son llamados fundamentales para nuestra vida cristiana. La promesa de la vida eterna, la fidelidad de Dios y la humildad de servir son pilares para permanecer en Él.
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