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Si lees la biblia, te liberasPor Alfonso Alvarez, www.laspalomastt.com
Las Palomas, R.D. 14 de enero del 2025
Lectura de la carta a los Hebreos (2,5-12):
DIOS no sometió a los ángeles el mundo venidero, del que estamos hablando; de ello dan fe estas palabras:
«¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, o el ser humano, para que mires por él?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad,
todo lo sometiste bajo sus pies».
En efecto, al someterle todo, nada dejó fuera de su dominio. Pero ahora no vemos todavía que le esté sometido todo.
Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, a Jesús, lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pasión y muerte. Pues, por la gracia de Dios, gustó la muerte por todos.
Convenía que aquel, para quien y por quien existe todo, llevara muchos hijos a la gloria perfeccionando mediante el sufrimiento al jefe que iba a guiarlos a la salvación.
El santificador y los santificados proceden todos del mismo. Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos, pues dice:
«Anunciaré tu nombre a mis hermanos,
en medio de la asamblea te alabaré».
Palabra de Dios
Salmo
Sal 8,2a.5.6-7.8-9
R/. Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos
V/. ¡Señor, dueño nuestro,
qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano, para darle poder? R/.
V/. Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos. R/.
V/. Todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar. R/.
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,21-28):
EN la ciudad de Cafarnaún, el sábado entra Jesús en la sinagoga a enseñar; estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo y se puso a gritar:
«¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios».
Jesús lo increpó:
«¡Cállate y sal de él!».
El espíritu inmundo lo retorció violentamente y, dando un grito muy fuerte, salió de él. Todos se preguntaron estupefactos:
«¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los espíritus inmundos y lo obedecen».
Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.
Palabra de Dios.
MENSAJES:
MENSAJE ESPIRITUAL DE LA PRIMERA LECTURA:
En esta carta, se resalta la grandeza de la humanidad en el plan de Dios, aunque creada "poco inferior a los ángeles." Jesús, al compartir nuestra humanidad, se convirtió en el modelo perfecto al enfrentar el sufrimiento para llevarnos a la gloria. Él nos llama hermanos y nos une a su misión redentora, mostrándonos que el sufrimiento puede ser un camino hacia la salvación.
Mensaje espiritual: Somos llamados a reconocer nuestra dignidad como hijos de Dios, recordando que Jesús, en su humanidad, nos santificó y abrió el camino a la gloria eterna.
MENSAJE ESPIRITUAL DEL SALMO:
El salmista exalta la grandeza de Dios reflejada en la creación y en la dignidad humana. Aunque pequeños ante la inmensidad del universo, hemos sido honrados con gloria y autoridad sobre las obras de sus manos.
Mensaje espiritual: Este salmo nos invita a admirar la bondad de Dios y a ser responsables cuidadores de la creación, como muestra de agradecimiento por el lugar especial que nos ha dado en su plan.
MENSAJE ESPIRITUAL DEL EVANGELIO:
Jesús enseña con autoridad y libera al hombre poseído, mostrando su poder sobre el mal. La reacción de los presentes destaca la diferencia entre la enseñanza de Jesús y la de los escribas, pues su autoridad no solo es verbal, sino también transformadora y liberadora.
Mensaje espiritual: Jesús tiene poder sobre cualquier fuerza que nos esclavice. Su autoridad no solo enseña, sino que libera y transforma. Él es nuestra guía hacia una vida plena y libre en Dios.
REFLEXION FINAL:
Jesús es el Salvador que nos eleva, nos libera y nos enseña a vivir en la dignidad que Dios nos otorgó. Hoy somos invitados a confiar en su autoridad y a vivir como verdaderos hermanos en Cristo, anunciando su grandeza con nuestras vidas.
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