Cada jugador tiene su propia forma de prepararse, pero la consistencia y disciplina son esenciales para un rendimiento sobresaliente. Domingo Leyba , jugador de cuadro de los Tigres del Licey, comparte su rutina: "Desde que me despierto ya estoy pensando en el partido. Suelo hacer algo de ejercicio para comenzar el día en movimiento. Comemos en casa y luego nos hidratamos antes del juego".
Una vez en el estadio, alrededor de la 1:00 pm, los peloteros se enfocan en su preparación física. Muchos optan por comenzar con una ducha rápida para activar su cuerpo, luego pasan a la máquina de bateo para afinar su swing frente a lanzamientos controlados. Posteriormente, se trasladan al campo para trabajar en defensa y realizar sesiones de bateo largo.
Jeimer Candelario , tercera base de los Toros del Este, enfatiza la importancia de la concentración y la optimización del tiempo, especialmente cuando juegan como visitantes. "Mientras el otro equipo está practicando en el campo, nosotros aprovechamos para trabajar en las máquinas de bateo y ponernos listos para el juego", asegura.
La parte final de la preparación incluye masajes en el clubhouse para asegurar que los músculos estén en condiciones óptimas. Estos cuidados previenen lesiones y mejoran el rendimiento durante el partido.
Para los partidos fuera de casa, las rutinas siguen siendo las mismas, aunque la logística cambia. Los equipos viajan al interior del país, por ejemplo, a ciudades como San Pedro de Macorís o Santiago, saliendo temprano para evitar el tráfico y llegar a tiempo para las prácticas.
Sandber Pimentel , toletero de los Leones del Escogido, explica: "Lo único que cambia es que cuando vamos al interior, viajamos juntos en el bus del equipo, pero una vez llegamos al estadio, la rutina es prácticamente la misma".
En cuanto a los lanzadores, su preparación varía según su rol. Los abredores suelen tener sesiones de bullpen uno o dos días antes de su apertura, lanzando entre 30 y 40 pelotas. El día del juego, además de la preparación física, dedican tiempo a la parte mental, analizando a los bateadores rivales.
Radhamés Liz , lanzador experimentado, revela: "Además de la preparación física, hago un análisis de los bateadores del equipo contrario, conociendo sus debilidades para saber cómo atacarlos".
La rutina de un pelotero profesional demuestra que el talento por sí solo no es suficiente. La disciplina en cada aspecto del entrenamiento, desde la alimentación hasta los masajes y las estrategias mentales, es fundamental para mantenerse en el más alto nivel de competencia. Cada detalle es clave para enfrentarse a los desafíos de la temporada y ofrecer el mejor rendimiento frente a los fanáticos y el equipo.
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