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Un buque de carga atraviesa las Esclusas de Agua Clara del Canal de Panamá en Colón, Panamá, el 2 de septiembre de 2024.En medio de las tensiones generadas por las recientes declaraciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la posibilidad de recuperar el control del Canal de Panamá, el gobierno de China ha emitido una respuesta firme. Beijing ha rechazado cualquier insinuación de interferencia en la gestión de la vital vía interoceánica y ha reiterado su respeto por la soberanía de Panamá sobre el canal.
Durante una rueda de prensa, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, subrayó que el canal "no está bajo control directo ni indirecto de ninguna potencia". Aseguró que China nunca ha intervenido en la gestión de la infraestructura, reconociéndola como una zona de paso internacional neutral, como corresponde bajo el marco de la soberanía panameña.
Estas declaraciones fueron una respuesta a las promesas de Trump, quien en su discurso inaugural había expresado su intención de "recuperar" el control del Canal de Panamá. Ante esto, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, reafirmó la soberanía de su país, declarando en el Foro Económico Mundial de Davos que "el canal es de Panamá y seguirá siendo de Panamá". Mulino dejó claro que no contempla ninguna posibilidad de ceder la gestión del canal a Estados Unidos, recordando que la infraestructura nunca fue una concesión ni un regalo de Washington.
La postura de Panamá y China refleja un firme compromiso con el respeto de las normativas internacionales y la soberanía de los países, en un momento de creciente tensión en la política internacional.
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