En una amplia operación policial llevada a cabo este jueves, las autoridades italianas detuvieron a 25 personas acusadas de pertenecer a la 'Ndrangheta, la mafia calabresa, en varias provincias del país. Entre los arrestados destaca una monja, identificada como Anna Donelli, quien utilizaba su posición religiosa para actuar como intermediaria entre los presos y la organización criminal.
Las investigaciones, dirigidas por la Fiscalía Antimafia y la Fiscalía de Brescia, revelaron que Donelli llevaba 15 años como voluntaria en la cárcel de San Vittore de Milán, donde aprovechaba su acceso libre a las prisiones para transmitir mensajes clave a favor de la mafia.
Además de Donelli, se encuentran bajo arresto domiciliario Giovanni Acri, exconcejal municipal del partido Hermanos de Italia, y Mauro Galeazzi, exmiembro de la Liga, acusados de establecer pactos electorales con el clan mafioso a cambio de beneficios económicos.
Los cargos contra los detenidos incluyen extorsión, tráfico de armas y drogas, receptación de bienes robados, usura, delitos fiscales, blanqueo de capitales e intercambio político-mafioso. También se incautaron bienes y fondos valorados en más de 1,8 millones de euros.
La organización criminal replicaba el modelo mafioso en la región de Brescia, operando empresas "pantalla" dedicadas al comercio de chatarra que emitieron facturas ficticias por unos 12 millones de euros para blanquear dinero y reducir impuestos de empresarios cómplices.
La operación subraya la capacidad de la 'Ndrangheta para infiltrarse en diversas estructuras sociales y políticas, reafirmando su influencia en Italia y más allá.
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