EL EVANGELIO DE HOY, Y SU MENSAJE ESPIRITUAL, EXPLICADO: Vivamos en la luz de Dios

 

Si lees la Biblia, te liberas

Por Alfonso Alvarez, www.laspalomastv.com

Las Palomas, R.D. 28 de diciembre del 2024

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (1,5–2,2):

Os anunciamos el mensaje que hemos oído a Jesucristo: Dios es luz sin tiniebla alguna. Si decimos que estamos unidos a él, mientras vivimos en las tinieblas, mentimos con palabras y obras. Pero, si vivimos en la luz, lo mismo que él está en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia los pecados. Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y no somos sinceros. Pero, si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará los pecados y nos limpiará de toda injusticia. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso y no poseemos su palabra. Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 123,2-3.4-5.7b-8

R/. Hemos salvado la vida,

como un pájaro de la trampa del cazador

Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,

cuando nos asaltaban los hombres,

nos habrían tragado vivos:

tanto ardía su ira contra nosotros. R/.

Nos habrían arrollado las aguas,

llegándonos el torrente hasta el cuello;

nos habrían llegado hasta el cuello

las aguas espumantes. R/.

La trampa se rompió, y escapamos.

Nuestro auxilio es el nombre del Señor,

que hizo el cielo y la tierra. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (2,13-18):

Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.»

José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta: «Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto.» Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: «Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven.»

Palabra del Señor.

MENSAJES:

MENSAJE ESPIRITUAL DE LA PRIMERA LECTURA:

La enseñanza central de este pasaje es que Dios es luz y no hay tinieblas en Él. Esto nos invita a vivir en la transparencia y la verdad, alejándonos del pecado. Si reconocemos nuestras faltas y las confesamos, Dios, fiel y justo, nos perdonará y nos limpiará de toda maldad. Jesucristo, el Justo, es nuestro abogado ante el Padre y su sacrificio redentor abarca a toda la humanidad. Este mensaje nos anima a reflexionar sobre nuestra vida y a buscar la reconciliación con Dios y con los demás.

MENSAJE ESPIRITUAL DEL SALMO:

El salmista expresa gratitud y confianza en el Señor, quien es nuestro refugio en momentos de peligro. Nos recuerda que, sin la ayuda de Dios, estaríamos indefensos frente a las adversidades. Así como un pájaro escapa de la trampa del cazador, nosotros somos liberados por el Señor. Este salmo nos invita a confiar plenamente en el nombre de Dios, creador del cielo y la tierra, como nuestra fuente de salvación.

MENSAJE ESPIRITUAL DEL EVANGELIO:

El relato de la huida a Egipto y la matanza de los inocentes nos muestra cómo Dios protege a su Hijo y a su familia en medio de las adversidades. Aunque enfrentamos injusticias y sufrimientos, este pasaje nos recuerda que Dios cumple sus promesas y siempre actúa para salvarnos, incluso en medio del dolor más profundo. Además, el evangelio resalta el valor de la obediencia y la confianza en los planes divinos, como lo demuestra la actitud de José.

REFLEXION FINAL:

Vivamos en la luz de Dios, alejándonos de las tinieblas del pecado. Confiemos en Su poder y amor para liberarnos de las trampas de la vida y protegernos en momentos de prueba. En Jesucristo encontramos perdón, redención y la certeza de que Dios siempre está a nuestro lado, cumpliendo Su voluntad en nosotros y en el mundo entero.

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