El expresidente de Uruguay José Mujica, izquierda, y su esposa Lucía Topolansky .“Lo que vamos a hacer es colocar un stent en el esófago para que le permita mantener la alimentación como venía hasta ahora”, explicó Pannone.
Un proceso médico de larga duración
El pasado 29 de abril, Mujica anunció en una rueda de prensa que se le había detectado un tumor en el esófago tras un chequeo médico en el sanatorio Casmu. En esa ocasión, destacó que la situación era compleja debido a que también padece una enfermedad inmunológica desde hace más de dos décadas. Posteriormente, el tumor fue confirmado como maligno, por lo que el expresidente fue sometido a sesiones de radioterapia en Montevideo.
En agosto, Mujica fue ingresado nuevamente debido a complicaciones renales asociadas a las dificultades para alimentarse, derivadas del tratamiento de radioterapia. Sin embargo, según Pannone, los resultados fueron alentadores: “La radioterapia fue muy buena y tenemos fuertes convicciones de que el cáncer se curó. No hay evidencia del tumor”, aseguró tras varios estudios realizados en distintos centros.
Procedimientos anteriores
En septiembre, el exmandatario fue intervenido quirúrgicamente para realizarle una gastroestomía, un procedimiento que facilitó su alimentación y mejoró su estado general. “Esta gastroestomía nos permite un acceso seguro para el alimento y la hidratación, mientras el esófago se repara naturalmente”, indicó Pannone.
Un líder resiliente
A sus 89 años, José Mujica sigue siendo una figura influyente tanto en Uruguay como a nivel internacional. Reconocido por su vida austera y su estilo de liderazgo cercano, el exmandatario ha afrontado con entereza los desafíos de salud en los últimos meses. La colocación del stent en el esófago representa otro paso en su camino hacia la recuperación.
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