República Dominicana se propone repatriar 10,000 haitianos ilegales por semana.La Organización de Estados Americanos (OEA) se convirtió en el escenario de un intenso debate entre Haití y República Dominicana, en torno a las repatriaciones de haitianos indocumentados. Esta reunión fue convocada a instancias de Haití, después de que el gobierno dominicano anunciara el inicio de un proceso de repatriación que busca alcanzar la cifra de 10,000 personas por semana. Según el jefe de Estado dominicano, el país llevó a cabo 171,000 repatriaciones el año pasado, lo que representa un aumento de 86,000 en comparación con 2021.
Durante la reunión, el embajador permanente interino de Haití ante la OEA, Gandy Thomas, calificó las repatriaciones de "inmorales", argumentando que afectan no solo a haitianos, sino también a dominicanos de ascendencia haitiana. Thomas manifestó que estas acciones son el resultado de una política discriminatoria basada en el color de piel y la nacionalidad, y subrayó que Haití no representa un peligro para la seguridad dominicana. "Es preocupante y triste", enfatizó, al tiempo que mencionó que las repatriaciones agravan la situación en Haití, un escenario que nadie desea en la región.
El ministro consejero dominicano, Radhafil Rodríguez, defendió la postura de su país, afirmando que República Dominicana no puede asumir el rol que le corresponde a la comunidad internacional y que debe salvaguardar su seguridad nacional. Rodríguez reafirmó que las repatriaciones están dirigidas a "haitianos en condición migratoria irregular", y destacó que la nación ha colaborado con la Misión Multinacional para Haití y mantiene abierto el comercio fronterizo, a pesar de la presión que esto ha puesto sobre los servicios públicos dominicanos.
Durante la discusión, Rodríguez señaló que el 38.8% de los partos en hospitales públicos dominicanos el año pasado fueron de mujeres haitianas y que actualmente hay 146,000 niños haitianos en escuelas públicas, lo que ha llevado a una inversión de 430 millones de dólares por parte del Estado.
El embajador de Haití hizo hincapié en que las repatriaciones atizan el discurso de odio y que violan el marco jurídico de República Dominicana, al ser este país signatario de varios acuerdos internacionales que condenan la violación de los derechos humanos y la discriminación. Afirmó que Haití está convencido de que ambas naciones pueden coexistir y pidió a República Dominicana reconocer la "contribución inestimable" de los trabajadores haitianos a su economía.
En la reunión, embajadores de Estados Unidos, Canadá, Guyana, Colombia y Panamá expresaron sus preocupaciones sobre el respeto a los derechos humanos de los migrantes, instando a ambos países a mantener un diálogo constructivo para buscar soluciones y entendimientos.
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