Un estudio reciente, llevado a cabo por investigadores del Hospital Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, ha demostrado que los cambios en el ciclo menstrual reportados por muchas mujeres durante el confinamiento no fueron causados directamente por la infección por COVID-19, sino por el estrés y los cambios emocionales provocados por las condiciones del confinamiento.
Principales Hallazgos del Estudio:
- Estrés y Cambios Emocionales: El estudio concluye que el principal factor detrás de las alteraciones menstruales durante el confinamiento fue el estrés acumulado debido a múltiples factores, incluyendo la carga de cuidar a los hijos las 24 horas del día, las responsabilidades del hogar, compartir un espacio reducido con toda la familia y adaptarse al trabajo en línea.
- Encuesta y Datos: Se realizó una encuesta online a mujeres de entre 15 y 55 años en España que no habían contraído COVID-19. De las 6,449 encuestas respondidas, 4,989 fueron válidas para el análisis final.
- Cambios Menstruales: El 92.3% de las mujeres tuvo al menos una menstruación durante el confinamiento. Sin embargo, el 7.7% reportó amenorrea. En cuanto a la calidad de vida asociada a la menstruación, el 19% experimentó un empeoramiento, mientras que el 71.7% no notó cambios y el 1.6% reportó una mejora.
- Impacto en la Calidad de Vida: El 50.1% de las mujeres experimentó un empeoramiento en su calidad de vida global durante el confinamiento, el 41.3% mantuvo un estado similar y el 8.7% reportó una mejora.
- Actividad Sexual: La actividad sexual disminuyó en el 49.8% de los encuestados, se mantuvo sin cambios en el 40.7% y aumentó en el 9.5%.
Aspectos Relevantes:
- No Relacionado con COVID-19 Directamente: Los cambios menstruales no mostraron diferencias significativas en función de la duración o intensidad del aislamiento, la percepción de exposición al COVID-19 o la situación económica/laboral, lo que sugiere que el estrés y los cambios emocionales tuvieron un impacto más relevante en el ciclo menstrual.
- Cambios Estresantes: Las diferencias estadísticamente significativas en la regularidad, duración y pesadez de la menstruación se asociaron con la intensidad de los cambios emocionales debido al estrés del confinamiento.
Conclusión:
El estudio subraya la importancia de reconocer el impacto del estrés y las condiciones emocionales en la salud menstrual. Mientras que la pandemia de COVID-19 ha sido un desafío global, es fundamental comprender cómo factores indirectos, como el estrés del confinamiento, pueden afectar la salud de las mujeres.
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