El papa Francisco se toca el solideo al llegar a su audiencia general semanal en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el miércoles 28 de agosto de 2024.En la audiencia general de este miércoles, el Papa Francisco hizo una contundente declaración sobre la crisis migratoria global, describiendo el rechazo a los migrantes como un "pecado grave". Durante su catequesis, el Pontífice reflexionó sobre las difíciles y peligrosas rutas migratorias que enfrentan muchas personas en busca de una vida mejor, que en muchos casos resultan mortales.
Crisis Migratoria y Rechazo
Francisco expresó su preocupación por las condiciones extremas que enfrentan los migrantes, señalando que el Mediterráneo se ha convertido en un "cementerio" para muchos de ellos. Criticó las políticas que buscan "repeler" a los emigrantes, afirmando que tales acciones, cuando se realizan con plena conciencia, constituyen un pecado grave. "Hay quienes trabajan sistemáticamente por todos los medios para repeler a los emigrantes. Y esto, cuando se hace con conciencia y con responsabilidad, es un pecado grave", aseguró el Papa.
El Santo Padre también condenó las prácticas en desiertos, donde algunos migrantes son abandonados, convirtiendo estas áreas en "cementerios". Recordó la trágica imagen de Fati y su hija de 6 años, Marie, que murieron en el desierto de Túnez, subrayando la gravedad de la situación y la falta de visibilidad de estos sufrimientos.
Críticas a las Políticas Restrictivas
El Papa Francisco rechazó la idea de que leyes más restrictivas o la militarización de las fronteras puedan resolver el problema migratorio. En su lugar, abogó por la creación de rutas de acceso seguras y legales para los migrantes y por la ampliación de los mecanismos de refugio para quienes huyen de la guerra, la violencia, la persecución y otras calamidades. "No es mediante leyes más restrictivas, no es mediante la militarización de las fronteras, no es mediante rechazos como lo conseguiremos", enfatizó.
Llamado a la Solidaridad y Justicia Global
El Pontífice hizo un llamado a fomentar una gobernanza global de la migración basada en la justicia, la fraternidad y la solidaridad. Subrayó la necesidad de combatir el tráfico de seres humanos y detener a los traficantes que explotan la miseria ajena. Francisco también alabó a las organizaciones no gubernamentales y a los "buenos samaritanos" que trabajan en el rescate y salvamento de migrantes, destacando su valentía y humanidad en medio de la crisis.
Unión en la Oración y Acción
Francisco invitó a los fieles a rezar por los migrantes y a unir sus esfuerzos para transformar los mares y desiertos en lugares de libertad y fraternidad, en lugar de cementerios. "Hay muchas formas de contribuir, ante todo la oración", señaló, llamando a la acción y a la empatía en la lucha por una solución más humanitaria y justa para los desafíos migratorios globales.
Con sus declaraciones, el Papa Francisco continúa abogando por un enfoque más compasivo y equitativo hacia la crisis migratoria, desafiando las tendencias de indiferencia y rechazo que prevalecen en muchas partes del mundo.
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