El nuevo gobierno haitiano se dispone a declarar el Estado de emergencia en el departamento del Oeste.En un esfuerzo por restablecer la seguridad en Haití, policías kenianos han comenzado patrullajes en Puerto Príncipe, la capital del país. Equipados con blindados, estos agentes de Kenia se unieron a tropas de élite de la policía haitiana para realizar operaciones en zonas estratégicas como los alrededores del Palacio Nacional y otros sectores de la ciudad.
La presencia de los blindados y las tropas fue marcada por algunas detonaciones, aunque no se confirmó si estas provinieron de la policía o de las bandas armadas que controlan gran parte de la capital. La situación de violencia por parte de estas pandillas ha llevado a la ONU a organizar una fuerza internacional, liderada por Kenia, con el objetivo de apoyar a las autoridades locales en la restauración del orden.
Kenia ha desplegado inicialmente 400 agentes, con planes de enviar otros 600 en las próximas semanas, como parte de una misión que incluirá un total de 2,500 efectivos de varios países como Bangladés, Benín, Chad, Bahamas y Barbados. Estados Unidos, aunque no aporta personal, contribuye con fondos y asistencia logística para esta operación.
La crisis de seguridad en Haití se intensificó a finales de febrero cuando varias pandillas se aliaron para lanzar ataques contra instalaciones estratégicas bajo el gobierno del entonces primer ministro Ariel Henry. Ante esta situación, Henry renunció y un consejo presidencial de transición tomó el poder, enfrentándose a la difícil tarea de controlar la violencia y abordar la grave crisis humanitaria que ha provocado.
Para facilitar las operaciones policiales contra las pandillas, el nuevo gobierno haitiano planea declarar el Estado de emergencia en el departamento del Oeste, que incluye Puerto Príncipe, y en el departamento de Artibonite, al norte de la capital. Estas regiones han sido especialmente afectadas por acciones como asesinatos, violaciones, saqueos y secuestros perpetrados por las pandillas locales.