En una decisión contundente, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha aprobado una resolución exigente hacia Rusia, solicitando la retirada inmediata de su ejército y personal de la central nucleoeléctrica de Zaporiyia, la más grande de Europa, y la devolución inmediata de la instalación a Ucrania.
La resolución, respaldada por 99 países y con 9 en contra, subraya la necesidad de que Rusia cese su agresión contra Ucrania de forma inmediata, retirando todas sus tropas del territorio ucraniano. Además, reafirma el compromiso de la ONU con la soberanía, independencia, unidad e integridad territorial de Ucrania.
Zaporiyia, ubicada en el sureste de Ucrania y controlada por Rusia desde la invasión de 2022, ha sido motivo de preocupación por su seguridad nuclear. Con seis reactores nucleares en operación, la planta ha estado en riesgo debido a los constantes enfrentamientos en la región fronteriza.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha expresado repetidamente su alarma por los cortes de electricidad en la central, vitales para su funcionamiento seguro. El director general del OIEA, Rafael Mariano Grossi, ha confirmado múltiples ataques contra Zaporiyia, sin atribuir culpabilidades específicas pero señalando la necesidad urgente de medidas de salvaguardia efectivas.
En la presentación de la resolución, el embajador de Ucrania ante la ONU, Sergiy Kyslytsya, denunció las continuas violaciones de Rusia a los principios de seguridad nuclear, describiendo la central como un componente clave de su estrategia militar. Kyslytsya advirtió sobre las catastróficas consecuencias potenciales de cualquier incidente en Zaporiyia, recordando el desastre nuclear de Chernóbil en 1986 como un recordatorio sombrío de los riesgos involucrados.
La comunidad internacional, a través de esta resolución, busca asegurar la protección y seguridad de Zaporiyia, enfatizando la necesidad urgente de poner fin a su ocupación y militarización por parte de Rusia.