El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, saluda montado en la parte trasera de un vehículo militar durante el desfile del Día de la Independencia en Caracas, Venezuela, el 5 de julio de 2024.Agua Caliente, Venezuela
A tan solo unos días de una crucial votación que pone en riesgo su control del poder, el presidente venezolano Nicolás Maduro está intensificando sus esfuerzos para asegurar la lealtad de las fuerzas armadas, el árbitro tradicional en los conflictos políticos de Venezuela. Su estrategia incluye la promoción de oficiales y la exhibición de apoyo militar en eventos públicos.
Medidas de Control y Recompensa
Maduro ha implementado varias tácticas para consolidar el respaldo militar. Recientemente, asistió a la graduación de 25,000 agentes de policía, y ascendió a numerosos oficiales, destacando a su veterano ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, con el título de “General del pueblo soberano”. Estas acciones buscan no solo reforzar el control sobre las fuerzas armadas, sino también dar una imagen de estabilidad y apoyo popular.
El presidente ha aumentado la visibilidad de su relación con el ejército, participando en eventos y ofreciendo incentivos a los altos mandos. Sin embargo, mientras Maduro promueve la imagen de unidad y lealtad, el descontento entre las bases militares es evidente.
Desafíos Internos en las Fuerzas Armadas
En las zonas rurales y urbanas de Venezuela, los controles militares se han intensificado con el fin de intimidar a los opositores. Soldados en puntos de control piden identificaciones y a menudo solicitan sobornos. A pesar de estos esfuerzos, el malestar entre los soldados rasos es palpable. Muchos muestran su descontento con la administración de Maduro y sus simpatías hacia la oposición, evidenciado por su interés en la líder opositora María Corina Machado.
Desde que Maduro asumió el poder en 2013, ha recurrido a las fuerzas armadas para sofocar protestas y consolidar su poder, premiando a los altos mandos con empleos lucrativos y control sobre industrias clave. Sin embargo, el descontento ha crecido debido a la crisis económica que ha deteriorado los beneficios y bonos militares. La deserción ha aumentado entre los alrededor de 150,000 efectivos, muchos de los cuales prefieren huir del país en lugar de apoyar a un gobierno impopular.
Posibles Escenarios de Cambio
El exjefe de espionaje Manuel Cristopher Figuera y otros analistas señalan que la verdadera amenaza para Maduro podría surgir de la base militar. Los soldados podrían negarse a reprimir protestas, especialmente si las elecciones se perciben como manipuladas. El riesgo de insubordinación entre los oficiales de bajo rango es una preocupación creciente.
El general Vladimir Padrino López, uno de los últimos mandos entrenados en Estados Unidos antes de que Venezuela cambiara de aliados hacia Rusia y China, podría desempeñar un papel crucial en los próximos días. Padrino, quien en 2015 reconoció los resultados de las elecciones parlamentarias antes que Maduro, es visto por algunos como una figura clave en la estabilidad del régimen.
Conclusión
La lealtad de las fuerzas armadas sigue siendo un pilar fundamental para Maduro en su lucha por mantener el poder. Aunque ha logrado consolidar el apoyo de los altos mandos, el creciente descontento entre las bases militares y la presión de una oposición vigorosa podrían desafiar la estabilidad del régimen en los días venideros. La situación es delicada y cualquier cambio en el apoyo militar podría tener repercusiones significativas para el futuro político de Venezuela.