Johnny Weissmuller, conocido por su papel icónico como Tarzán, fue también una figura destacada en el mundo de la natación. Hace 100 años, en los Juegos Olímpicos de París 1924, Weissmuller ganó tres medallas de oro: en 100 metros libres, 400 metros libres y el relevo 4x200. Además, obtuvo una medalla de bronce en waterpolo, destacándose en unos Juegos que contaron con atletas de renombre como Paavo Nurmi.
El nadador estadounidense derrotó a Duke Kahanamoku en la final de los 100 metros. Kahanamoku, famoso por su papel en popularizar el surf, había ganado el oro en los Juegos Olímpicos de 1912 y 1920. Weissmuller también dejó una huella duradera en el ámbito de la natación, estableciendo un récord mundial en los 100 metros con un tiempo de 57.4 segundos que perduró una década, y siendo el primero en bajar de los 5 minutos en los 400 metros.
La fama de Weissmuller como nadador lo llevó a una exitosa carrera en el cine. En 1932, interpretó a Tarzán en "Tarzán el Hombre Mono", el primero de sus 12 filmes como el mítico personaje. Su interpretación y su famoso grito de Tarzán ayudaron a cimentar su estatus como un símbolo cultural. Su nombre original era Janos Peter Weissmuller, nacido en Freidorf, actualmente Timisoara, Rumania, y emigró a los Estados Unidos cuando era un bebé.
Weissmuller también es recordado por su valentía fuera del agua; en 1927, él y su hermano salvaron a 11 personas en un accidente en el lago Michigan. A lo largo de su vida, se casó cinco veces y falleció en Acapulco, México, en 1984.
Su impacto en la natación y el cine es notable, y aunque algunos lo comparan con atletas posteriores como Mark Spitz, Weissmuller siempre defendió que las condiciones de su época eran más difíciles. Su legado sigue vivo tanto en el deporte como en la pantalla, representando un puente entre los logros deportivos y el entretenimiento cinematográfico.