La imagen lo explica todo: Cada caída de lluvias estanca las aguas en esta calle Hermanas Mirabal, del sector El Hoyo de La Mina, en Los Guaricanos.Alfonso Álvarez, www.laspalomastv.com
Santo Domingo, RD, 12 de julio de 2024,
Cada vez que llueve, la calle Hermanas Mirabal en el sector El Hoyo de La Mina, en Los Guaricanos, Santo Domingo Norte, se transforma en un río, generando preocupación entre los residentes. Los estanques de agua se forman frente a las viviendas y permanecen durante semanas, sin que las autoridades tomen medidas para resolver esta situación.
Los vecinos reportan que aproximadamente 50 viviendas se ven directamente afectadas por el agua contaminada, que trae consigo larvas y basura. Pedro Junior de los Santos, residente del sector, explicó: "Eso no se baja, siempre está lleno de agua. Ya ahí no caben más filtrantes".
Los vecinos temen al surgimiento de enfermedades.La proliferación de mosquitos y la humedad generan temor por posibles enfermedades. Para salir de sus hogares, los residentes, especialmente aquellos cuya vivienda está justo frente a los charcos de agua, deben usar botas de goma o arremangarse los pantalones hasta las rodillas. Luego, piden agua limpia a vecinos más arriba para lavarse los pies y ponerse nuevamente sus calzados.
"Eso hay que arreglarlo, trae demasiados mosquitos", insistió De los Santos. Los niños juegan en el agua estancada, y los adultos deben cruzar estas aguas contaminadas para realizar sus actividades diarias.
Elexido Fria añadió que la Corporación de Acueductos y Alcantarillados de Santo Domingo (Caasd) tiene un proyecto de remozamiento de la calle, pero solo han "medido y mirado". Fria expresó su preocupación durante la temporada de lluvias: "En tiempo de lluvias nos sentimos asustados; le estamos pidiendo al gobierno, a los dirigentes de la Caasd, a los síndicos, que resuelvan".
El 18 de noviembre de 2023, fuertes lluvias inundaron completamente tres casas, y fue con la ayuda de vecinos que se logró rescatar a 11 personas que estuvieron a punto de ahogarse. María Elena Garabito, una joven con un pequeño negocio de uñas, también expresó su preocupación: "Aunque no me afecta directamente porque no tengo que cruzar por ahí, sí me afectan los mosquitos, las enfermedades que vienen de ahí y el mal olor".
La acumulación de basura que tapa los sépticos empeora la situación, haciendo que el agua permanezca estancada durante semanas o incluso meses. Los residentes continúan esperando una solución efectiva por parte de las autoridades para poner fin a este problema recurrente.
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