La medida disciplinaria se tomó después de que Díaz fuera expulsado del juego por el árbitro Vic Carapazza, quien encontró una sustancia pegajosa en la mano derecha de Díaz mientras se preparaba para cerrar el partido contra los Cachorros de Chicago, juego que los Mets ganaron 5-2.
En su defensa, Díaz afirmó que la sustancia en su mano consistía en una combinación de colofonia (resina de pino), tierra y sudor, todas sustancias permitidas por las reglas de la MLB siempre y cuando no se utilicen en exceso para obtener una ventaja indebida sobre los bateadores.
A pesar de tener la opción de apelar la suspensión, hasta ahora ninguna apelación de este tipo ha tenido éxito en reducir o cambiar las decisiones disciplinarias de la liga.
Esta no es la primera vez que un jugador es sancionado por el uso de sustancias pegajosas esta temporada. Anteriormente, el lanzador dominicano Ronel Blanco de los Astros de Houston también fue suspendido por un incidente similar en mayo frente a los Atléticos de Oakland.
Para Díaz, esta suspensión se suma a otros desafíos que ha enfrentado en su carrera, incluyendo una lesión que lo mantuvo fuera de la temporada pasada debido a una rotura en el tendón patelar de su pierna derecha, así como problemas en el hombro derecho que lo marginaron desde el 25 de mayo hasta el 13 de junio de la presente temporada.
En la temporada actual, Díaz ha participado en 23 juegos, completando siete de las 11 oportunidades que ha tenido para salvar partidos para los Mets. A pesar de sus dificultades físicas recientes, ha demostrado su habilidad característica con una bola rápida que alcanza las 100 millas por hora, acumulando 33 ponches en 23 entradas lanzadas.
La suspensión de Díaz destaca la continua vigilancia y aplicación de las reglas antidopaje por parte de la MLB, buscando mantener la integridad y competitividad en el deporte.