El abogado Manuel Fermín Cabral, representante de Fernando Crisóstomo y José Arturo Ureña en el caso de la Operación Calamar, ha negado rotundamente que sus clientes vayan a beneficiarse de contrataciones futuras de obras públicas a cambio de información. Según Fermín Cabral, sus representados colaboraron voluntariamente con la Procuraduría General de la República para esclarecer su participación en el caso desde el principio.