Según Espaillat, la corrupción está presente en todos los ámbitos, incluso en el sector de la salud, lo que impide que las políticas públicas funcionen adecuadamente y que se obtengan los resultados esperados por la población. Además, señaló que el nivel de tráfico y la falta de respeto a las leyes de tránsito son indicadores del nivel de educación y desarrollo de un país, y criticó la falta de aplicación de la ley, especialmente por parte de los políticos.
Para abordar este problema, Espaillat propuso una estrategia integral que incluye educación, aplicación de la ley y mano dura, así como promoción del orden desde las autoridades. Destacó que el régimen de consecuencia debe comenzar en la cúspide del poder, y anunció su intención de apresar a unos 1,000 políticos en los primeros meses de su gobierno como parte de esta lucha contra la corrupción.