Ante los reporteros que se congregaron en su casa, Boluarte afirmó: "Niego absolutamente todo" y "soy inocente".
Familiares que observaron su detención se quejaron del trato policial y le expresaron sus deseos de fortaleza.
El Poder Judicial confirmó la detención preliminar por diez días, junto con otras seis personas, por cargos de organización criminal y tráfico de influencias. Se les imputa la presunta obtención de la designación de subprefectos para financiar una red criminal y recolectar firmas para la inscripción de un partido político.
Antes de la detención de Boluarte, la presidenta Boluarte expresó confianza en la justicia del país durante un foro público, afirmando que no se distraerán con "asuntos menores". También reiteró su compromiso con la democracia, la gobernabilidad y la lucha contra la pobreza.
El gobierno de Boluarte ordenó la desactivación de un equipo especial de policías que apoyaba la labor de los fiscales que investigaban casos de corrupción, una medida que el Ministerio Público vinculó a la orden de detención de su hermano, evaluando posibles delitos adicionales.