Por Alfonso Alvarez, www.laspalomastv.com
06 de mayo del 2024.
Sin embargo, para garantizar la efectividad y ética en la aplicación de la IA en este contexto, es crucial la colaboración estrecha entre profesionales de la salud, investigadores en IA y expertos en control de infecciones. Se deben abordar desafíos éticos, de privacidad y de seguridad asociados con la recopilación y el análisis de datos de salud en entornos hospitalarios.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado preocupaciones sobre el uso precipitado de la IA, que podría generar sesgos, respuestas incorrectas y problemas de protección de datos y transparencia. Otros elementos preocupantes incluyen la seguridad del paciente, el exagerar el potencial de la IA, costos excesivos o descuidar la salud pública, consideraciones éticas y la necesidad de evaluación constante.
Históricamente, la IA se ha definido como la ciencia que desarrolla máquinas para realizar tareas que requerirían inteligencia humana. Comenzó en 1943 con el artículo de Warren McCullough y Walter Pitts. Hoy en día, la IA abarca una amplia gama de subcampos, desde el reconocimiento de voz hasta el diagnóstico de enfermedades, demostrando su versatilidad y potencial en el ámbito de la salud.