Un residente saca las pertenencias que recuperó de su casa inundada después de fuertes lluvias en Canoas, estado de Rio Grande do Sul, Brasil, el jueves 9 de mayo de 2024. (Foto AP/Carlos Macedo)La situación más crítica se concentra en Rio Grande do Sul, estado fronterizo con Argentina y Uruguay, donde se registran al menos 113 fallecidos, 756 heridos y más de 400,000 personas desplazadas. En el vecino estado de Santa Catarina, también afectado por las inundaciones, se ha confirmado una víctima mortal.
Las intensas lluvias de la última semana han provocado una crecida histórica de los ríos, inundando completamente o parcialmente decenas de ciudades, incluida la capital regional, Porto Alegre, que aún enfrenta importantes áreas inundadas.
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Autos estacionados en una carretera sumergida en un área inundada por fuertes lluvias en Porto Alegre, estado de Rio Grande do Sul, Brasil, el miércoles 8 de mayo de 2024. (Foto AP/Andre Penner)El despliegue de equipos de rescate, compuesto por policías, bomberos, militares y voluntarios, enfrenta serias dificultades para brindar ayuda humanitaria, dado que muchos accesos están bloqueados y numerosas carreteras han sido cortadas por las inundaciones.
Hasta el momento, se han rescatado alrededor de 71,000 personas y 10,000 animales, en lo que ya se considera uno de los mayores desastres climáticos en la historia de Brasil. Sin embargo, aún hay familias incomunicadas a la espera de ser evacuadas.
La situación podría agravarse en las próximas horas con la llegada de nuevos temporales, acompañados de precipitaciones, bajas temperaturas y fuertes vientos.
El sistema de salud pública ha sido severamente afectado, con la mayoría de las unidades de atención primaria de la región inundadas. Se reportan también casos de saqueos y agresiones sexuales en los albergues que acogen a las víctimas del desastre.
Se anticipa un impacto negativo en la economía brasileña, especialmente en Rio Grande do Sul, importante polo agropecuario del país. El Gobierno estima que se necesitarán al menos 18,839 millones de reales (aproximadamente 3,700 millones de dólares) para la recuperación de la región.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha anunciado un paquete de ayudas por valor de 50,000 millones de reales (cerca de 9,800 millones de dólares) destinado a Rio Grande do Sul, que incluye medidas asistenciales directas, créditos subvencionados para empresas y apoyo a los productores rurales, entre otros.