Los desechos han invadido las calles del municipio, convirtiéndose en vertederos improvisados que emanan malos olores y generan indignación entre los habitantes. Esta situación se ha vuelto insostenible, con largos tramos de basura que se extienden por las vías principales y cerca de las escuelas.
La Escuela Primaria Profesor Rafael Delgadillo ha sido una de las más afectadas, con montañas de desechos rodeándola y obligando a las autoridades a reducir los días de clases presenciales debido al intenso olor y las condiciones insalubres.
Los residentes han expresado su frustración ante la falta de acción por parte de las autoridades, quienes parecen no atender sus reclamos a pesar de las manifestaciones y protestas realizadas. La basura también ha afectado a otros centros educativos y áreas públicas, incluyendo estaciones de gasolina y zonas turísticas.
Los camiones de basura rara vez se adentran en los barrios, limitándose a recoger la basura en las vías principales y dejando acumulaciones de desechos en los vecindarios. Los residentes han propuesto medidas como aumentar la vigilancia en las zonas utilizadas como vertederos y aplicar consecuencias a quienes arrojen basura de manera ilegal, pero hasta el momento no se han visto resultados.
La crisis de basura en Boca Chica no solo representa un problema ambiental, sino también una amenaza para la salud pública y el desarrollo económico de la zona. Se necesita una acción urgente por parte de las autoridades para abordar esta situación y restaurar la calidad de vida de los residentes y la imagen turística del municipio.