Las autoridades sanitarias advierten de que los vaporizadores, incluso los que carecen de nicotina, perjudican la salud debido a componentes insalubres e incluso cancerígenos.
El estudio, publicado en la revista Tobacco Control, se basó en respuestas del Estudio de la Juventud PATH, una investigación nacional en Estados Unidos realizada entre diciembre de 2018 y noviembre de 2019. Entre los adolescentes participantes, se encontraron doscientos que solo utilizaban cigarrillos electrónicos.
Los resultados revelaron una relación directa entre la frecuencia de vapeo y los niveles de metales tóxicos, con un aumento significativo en la concentración de plomo y uranio en la orina de los adolescentes que vapeaban de forma intermitente o frecuente en comparación con aquellos que lo hacían ocasionalmente.
Además, el estudio analizó el impacto de los diferentes sabores en los niveles de uranio, encontrando que los vapeadores que preferían sabores dulces presentaban niveles un 90% más altos de uranio en comparación con aquellos que optaban por sabores mentolados o de menta.
Aunque el estudio subraya que no se pueden extraer conclusiones definitivas debido a su naturaleza observacional, los resultados refuerzan la necesidad de implementar normativas y medidas de prevención específicas para los adolescentes que vapean con frecuencia.
Las autoridades sanitarias advierten sobre los peligros del vapeo, incluso en dispositivos que carecen de nicotina, señalando que los vaporizadores pueden contener componentes insalubres e incluso cancerígenos. Este estudio refuerza aún más la urgencia de abordar esta preocupante tendencia entre los jóvenes.
Firmado: Alfonso Álvarez