La presión sobre Israel para permitir un mayor flujo de ayuda hacia Gaza ha aumentado considerablemente, especialmente en medio de las advertencias de la ONU sobre la posibilidad inminente de una hambruna en la región.
El Pentágono informó la semana pasada que las fuerzas armadas estadounidenses habían comenzado la construcción de un muelle con el fin de agilizar las entregas de ayuda. Según el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en ABC News, se espera que transcurran entre dos y tres semanas antes de que la operación pueda comenzar efectivamente.
Kirby destacó que si bien la plataforma flotante será útil para llevar más alimentos y suministros esenciales a Gaza, tiene sus limitaciones. Subrayó que nada puede reemplazar completamente las rutas terrestres y el transporte por camión.
El anuncio llega después del asesinato de siete trabajadores humanitarios en un ataque israelí el 1 de abril, que generó indignación a nivel internacional. En respuesta, el presidente Joe Biden instó a Israel a esforzarse más por evitar víctimas civiles palestinas y permitir un mayor flujo de ayuda hacia Gaza, advirtiendo que la continuación de la asistencia estadounidense a Israel estaría condicionada a estos cambios.
Según Kirby, Israel ha comenzado a cumplir con los compromisos solicitados por Biden, permitiendo la entrada de más camiones, incluso en el norte de la Franja de Gaza, una zona particularmente afectada por los bombardeos israelíes.
En resumen, el anuncio del muelle estadounidense representa un paso hacia el aumento de la ayuda humanitaria a Gaza, aunque se reconoce que las rutas terrestres y el transporte por camión seguirán siendo fundamentales para satisfacer las necesidades de la población en la región.