Maduro compartió recuerdos personales de su relación con Maradona, incluido el regalo de un reloj que le hizo el astro argentino, y destacó la estatua de Maradona ubicada en Puerto Cabello, Venezuela. Luego, expresó su preocupación por la seguridad de Maradona, afirmando haberle sugerido que se trasladara a Venezuela para su protección.
El presidente venezolano continuó argumentando que la muerte de Maradona fue parte de un plan más amplio para eliminar a las voces disidentes en Argentina, mencionando también el intento de magnicidio contra Cristina Kirchner. Según Maduro, el objetivo era eliminar a figuras como Maradona y Kirchner, representantes de la "Argentina rebelde", para permitir que el fascismo se afianzara en el país.
Estas declaraciones de Maduro han generado controversia y han sido recibidas con escepticismo por parte de algunos sectores, mientras que otros han expresado solidaridad y apoyo a sus teorías. Sin embargo, la especulación sobre la muerte de Maradona continúa siendo un tema polémico y objeto de debate en Argentina y más allá.