
El ataque iraní fue lanzado en respuesta a un bombardeo contra su consulado en Damasco, atribuido a Israel. Según Irán, el asunto está "zanjado", pero advirtió contra cualquier "comportamiento imprudente" que pudiera provocar una respuesta "mucho más fuerte".
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, llamó a la comunidad internacional a "permanecer unida" frente a la agresión de Irán, que considera una amenaza para la paz mundial. Sin embargo, por el momento, el ejército israelí afirmó que el ataque iraní no lo desviará de su objetivo de eliminar a Hamás, aliado de Irán, y rescatar a los rehenes que siguen en Gaza.
Por otro lado, Hezbolá afirmó que activó "artefactos explosivos" al paso de soldados israelíes en la frontera con Líbano, lo que resultó en varios soldados heridos. Israel confirmó que el incidente ocurrió en Líbano.