
La Policía atribuyó este resultado a un despliegue significativo de agentes, una planificación operativa ordenada y una actividad precisa para mantener un equilibrio entre la libertad de culto y la seguridad.
Este año, debido al contexto de guerra en Gaza, Israel intensificó la presencia policial en la Ciudad Vieja, desplegando unos 3.000 efectivos solo en el primer viernes del mes sagrado. Además, se informó que se llevaron a cabo al menos 100 arrestos por "incitación y apoyo al terrorismo" y otros 172 palestinos fueron detenidos por ingresar ilegalmente a Israel.
El acceso de los palestinos residentes en Cisjordania ocupada a Jerusalén también fue restringido, permitiendo la entrada solo a hombres mayores de 55 años, mujeres mayores de 50 y niños menores de 10 años, con permiso previo.
Las negociaciones entre Hamás e Israel durante el ramadán no lograron un alto el fuego definitivo en la Franja de Gaza, a pesar del deseo de la comunidad internacional. Aunque Hamás indicó que está considerando la última propuesta de Israel, afirmó que este aún no atiende a sus principales demandas para un acuerdo que permita la liberación de los rehenes.