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Los sindicatos de conductores en protesta por la inseguridad y para exigir la salida del primer ministro, Ariel Henry, vivieron ayer la primera jornada.
Cinco de los fallecidos eran agentes de la Brigada de Vigilancia de las Zonas Protegidas (BSAP), una nueva entidad armada que ha perdido el control según las autoridades. Estos agentes cayeron durante enfrentamientos con la Policía Nacional de Haití en la zona de Laboule, en las colinas de la capital. Además, una persona murió en Ouanaminthe, en el noreste del país, durante un ataque a una comisaría de la Policía Nacional.
Las manifestaciones también provocaron enfrentamientos violentos en varias ciudades, como Les Cayes y Jérémie, con heridos por impactos de proyectil y saqueos de comercios e incendios de instituciones públicas. Se observó la presencia de personas armadas con armas de fuego, machetes y cuchillos entre los manifestantes.
El primer ministro, Ariel Henry, ha guardado silencio sobre las protestas callejeras, incluso en el día que marcaba el fin de su mandato según un acuerdo firmado en diciembre de 2022. A pesar de las peticiones de dimisión y la intensificación de las protestas, Henry no ha respondido públicamente.
El artículo también destaca la situación de la Brigada de Vigilancia de las Zonas Protegidas (BSAP), formada por antiguos militares reconvertidos en guardas forestales y voluntarios, que respaldan al exsenador Guy Philippe y buscan provocar una "revolución" en el país.
Las protestas antigubernamentales continuarán, y la situación en Haití muestra signos de tensiones políticas y sociales significativas.