Manifestantes corren en busca de refugio después de que la policía abriera fuego para dispersar a la multitud durante una manifestación que exigía la renuncia de Ariel Henry, en Puerto Príncipe.
El artículo informa sobre la situación en Haití, donde se reporta que al menos cinco agentes de la Brigada de Seguridad de las Zonas Protegidas (BSAP) fueron abatidos y otros resultaron heridos durante un enfrentamiento con la Policía Nacional de Haití (PNH) en Pétion-Ville. Mientras tanto, las protestas se expanden por todo el territorio, y el primer ministro Ariel Henry, sin funciones constitucionales para dirigir el país, continúa aferrado al poder.
El país ha entrado en un vacío total de poder, ya que no cuenta con un parlamento operante y enfrenta una ineficaz policía que responde solo a Ariel Henry. Las calles de la capital, Puerto Príncipe, y otras ciudades están abarrotadas de manifestantes enardecidos exigiendo la salida de Henry, cuyo mandato debería haber caducado según un acuerdo de consenso del 21 de diciembre de 2022. A pesar de la resistencia popular, Henry sigue al frente del país, violando el pacto político.
Las protestas incluyen barricadas, neumáticos incendiados y enfrentamientos armados entre la PNH y la BSAP. Se informa sobre la detención de tres agentes de la BSAP, incluyendo a una mujer, durante el intercambio a tiros. La situación es crítica, con reportes de muertes en las filas de la BSAP, incautación de vehículos y tensiones en diferentes comunidades.
En varias ciudades de provincias, se observan paros de actividades, y la población muestra su enfado en las calles. La comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos en Haití mientras persiste la incertidumbre política y social en el país.