El derrumbe afectó al menos siete viviendas, y Frías ha estado enfrentando problemas desde el momento del colapso. Ha denunciado grietas en su casa durante un mes, pero el ingeniero de la obra no mostró interés en el caso. Frías expresó su miedo a la delincuencia en la zona, especialmente después de que robaran las ventanas de su casa durante el derrumbe.
El artículo destaca la preocupación de Frías por la seguridad de su familia, mencionando que se ha convertido en un "guachimán" despierto para proteger su hogar. Además, su casa presenta goteras y han perdido algunas pertenencias almacenadas en cajas de cartón. Frías ha estado sin trabajo durante cuatro meses y ha solicitado empleo como seguridad en la obra.
A pesar de la difícil situación, la familia no puede mudarse fácilmente debido a que una de sus hijas está inscrita en una escuela local. Las autoridades visitaron la casa de Frías, tomaron sus datos, pero aún están esperando una respuesta. Frías se siente abandonado por la obra, ya que solo le tomarán fotos a los daños sin ofrecer una solución concreta.
El artículo también menciona que en enero, algunos residentes afectados por el derrumbe anterior fueron trasladados a apartamentos y recibieron ayuda monetaria. La zona de Guajimía ha experimentado derrumbes en el pasado, algunos de los cuales han tenido consecuencias fatales. Los trabajos de la CAASD en la cañada están destinados al saneamiento, pero los problemas persisten, y algunos residentes han optado por mudarse debido a los daños causados por las obras de construcción en la zona.