El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, izquierda, se acerca a su silla antes de reunirse con el canciller francés, Stephane Sejourne, el lunes 5 de febrero de 2024, en Jerusalén.
Hamás presentó un plan detallado de tres fases que se desarrollaría en 4 meses y medio, pero Netanyahu lo consideró inaceptable. Mientras el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, intenta mediar un acuerdo, Netanyahu afirmó que la presión militar es la mejor manera de liberar a los rehenes.
La respuesta de Netanyahu indica una brecha significativa en las negociaciones y complica la diplomacia en la región. A pesar de ello, una delegación de Hamás viajará a El Cairo para continuar las conversaciones, según un funcionario del grupo.
Blinken afirmó que aún es posible alcanzar un acuerdo, pero las declaraciones de Netanyahu y la postura de Hamás evidencian los desafíos persistentes en las negociaciones para poner fin a la guerra que ha entrado en su quinto mes. Además, se plantea la posibilidad de un acuerdo más amplio que incluiría la normalización de relaciones entre Arabia Saudita e Israel.
Mientras tanto, la situación en Gaza es crítica, con miles de desplazados en condiciones precarias y la infraestructura esencial gravemente afectada. La comunidad internacional sigue presionando por un cese el fuego y una solución duradera.