El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, izquierda, acompañado por su esposa Gabriela Rodríguez
Bukele basó su campaña en el combate a las pandillas y advirtió que la guerra contra estas organizaciones criminales estaba en riesgo si su partido no ganaba las elecciones. A pesar de los cuestionamientos por su reelección inmediata, la justicia salvadoreña habilitó su candidatura. La victoria en las elecciones presidenciales y legislativas le dará a su partido, Nuevas Ideas, la mayoría en la Asamblea Legislativa.
Bukele se proclamó ganador poco después del cierre de la votación, alegando un récord en la historia de todas las democracias. Sin embargo, la confirmación de su victoria se vio afectada por fallas en el sistema de transmisión, lo que llevó al inicio de un escrutinio final. La alta popularidad de Bukele ha estado acompañada de críticas por presuntos abusos a los derechos humanos en su política de seguridad.