Donación de esperma
En una clínica de fertilidad en la ciudad neerlandesa de Leiden. Según la información, un empleado del laboratorio de la clínica utilizó su propio esperma de manera secreta en tratamientos de fertilidad entre 1979 y 1985, concebiendo al menos 11 hijos. Este individuo logró ocultar su acción al utilizar el número de registro de donante de otro hombre.
El empleado, actualmente vivo, se ha negado a cooperar en la investigación llevada a cabo por el centro que gestiona los archivos de la clínica, el MCK. La clínica SMCG de Leiden ya no existe, pero el MCK está tratando de localizar a mujeres tratadas en el centro, posibles descendientes y antiguos empleados para esclarecer lo ocurrido.
Las inseminaciones fraudulentas se llevaron a cabo sin el conocimiento de las mujeres tratadas y sin estar registrado oficialmente como donante de semen. El caso salió a la luz el año pasado cuando dos personas nacidas por donación de esperma, aparentemente emparentadas, descubrieron que su ADN no coincidía. Una investigación más profunda reveló la conexión genética entre varias personas nacidas por donación en la clínica SMCG.
El empleado en cuestión fue diagnosticado con una enfermedad hereditaria en 2015, pero no se ha revelado la naturaleza específica de la enfermedad debido a motivos de privacidad. A pesar de ello, se asegura que la enfermedad no pone en riesgo la vida de quienes la padecen.
Este caso se suma a otros incidentes similares en Países Bajos, donde se han identificado al menos diez ginecólogos que utilizaron su propio esperma en tratamientos de fertilidad sin el conocimiento de las mujeres involucradas. Algunos de estos casos han salido a la luz en los últimos años, incluyendo el del director de una clínica con 81 hijos confirmados y un ginecólogo que engendró al menos 47 niños. La noticia también destaca un caso anterior de un hombre que, a través de donaciones de esperma por Internet, habría engendrado al menos 80 niños en Países Bajos.