Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, en un diálogo nacional entre el gobierno y miembros de la sociedad civil, en Managua, Nicaragua, el 3 de mayo de 2021.
La lista de los desterrados incluye al obispo de Siuna, monseñor Isidoro Mora, y a varios sacerdotes destacados en la Arquidiócesis de Managua. El comunicado oficial asegura que las coordinaciones para el viaje fueron realizadas a través del papa Francisco y la Secretaría de Estado de la Santa Sede.
Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, se encontraba entre las voces más críticas del gobierno de Ortega y fue encarcelado en la cárcel Modelo de Managua. Su condena incluyó la retirada de la nacionalidad nicaragüense. La medida de expulsión ocurre después de un cerco policial en torno a su Diócesis de Matagalpa en agosto de 2022.
La noticia fue anunciada por monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, exiliado en Miami desde 2019, quien agradeció al papa Francisco y a la diplomacia vaticana por su intervención. Báez destacó que la "dictadura sandinista" no pudo contra el "poder de Dios" y afirmó que los religiosos ya fueron acogidos por la Santa Sede en Roma.
Esta expulsión de sacerdotes es la segunda en Nicaragua. En octubre de 2023, el gobierno de Ortega desterró a 12 curas tras negociaciones con el Vaticano. A principios de ese año, el papa Francisco expresó su preocupación por la situación en Nicaragua y llamó a un "diálogo diplomático respetuoso".