Fotografía muestra a la mosca del Mediterráneo.
Por Alfonso Alvarez, www.laspalomastv.com
Fecha: 12/01/2024
La Ceratitis capitata, conocida como la mosca Mediterránea de la Fruta, ha sido identificada como una amenaza significativa para la agricultura en la República Dominicana, específicamente en la zona este del país, en Los Corales de Punta Cana, provincia La Altagracia. Este insecto es considerado un enemigo de más de 200 especies frutales, incluyendo mango, aguacate, guayaba, cítricos, e incluso hortalizas como la berenjena.
Ante la detección de este brote, el Ministerio de Agricultura ha activado un protocolo de emergencia en el área afectada a través del Programa Nacional de Vigilancia y Control de Moscas de Frutas. A continuación, te proporcionamos información clave sobre esta plaga agrícola:
Ciclo Bio-ecológico:Las hembras de la mosca Mediterránea depositan huevos perforando la piel de las frutas, que se transforman en larvas en un período de dos a tres días.
Las larvas nacen dentro de la fruta y se alimentan de la pulpa, causando su pudrición.
El desarrollo completo de la larva, desde la eclosión hasta la pupa, puede tomar entre siete y diez días.
Las pupas, después de enterrarse en el suelo, se transforman en adultos en aproximadamente diez días.
El adulto vive de uno a dos meses y durante este tiempo, la hembra puede depositar hasta 300 huevos.
Aspecto Externo:Los adultos miden 15 milímetros y tienen un tórax negro brillante con manchas blancas, mientras que el abdomen es marrón con bandas claras.
Las larvas son blancas-amarillentas, muciformes y miden de 3 a 6 mm de largo.
Las pupas son cápsulas de color marrón café con 11 segmentos y miden de 3 a 5 milímetros de largo.
Daños:La actividad alimenticia de las larvas provoca la caída de frutos debido a la descomposición de la pulpa afectada.
La presencia de huevos o larvas en frutos comercializados puede causar la evolución de los insectos durante el transporte, resultando en pérdidas económicas.
En cítricos, las larvas afectan la corteza y provocan manchas o halos amarillentos alrededor del punto de picadura.
La rápida identificación y control de este brote son fundamentales para mitigar los daños a la agricultura local. Las autoridades agrícolas están tomando medidas para contener la propagación y proteger los cultivos afectados.