El presidente guatemalteco saliente, Alejandro Giammattei, presente el último informe de su gobierno en el Palacio de la Cultura, ayer.
El socialdemócrata Bernardo Arévalo está programado para asumir la presidencia de Guatemala mañana domingo, enfrentando una arremetida judicial continua que él atribuye a su promesa de rescatar la democracia guatemalteca de la élite corrupta. Arévalo, un exdiplomático y sociólogo de 65 años, denunció estos intentos como un intento de "golpe de Estado". A pesar de los desafíos, será juramentado en el Teatro Nacional en una sesión solemne del Congreso, que se espera que le sea adverso.
Desde que pasó al balotaje en junio contra todo pronóstico, Arévalo ha enfrentado intentos de la Fiscalía por levantar su inmunidad y anular el resultado electoral. A pesar de los desafíos, ha contado con el respaldo de Estados Unidos, la Unión Europea, países latinoamericanos y organismos internacionales. Relevará al presidente saliente, Alejandro Giammattei.
Arévalo ha despertado expectativas significativas en una sociedad marcada por la corrupción, la violencia de las pandillas y el narcotráfico, así como por la pobreza que afecta a seis de cada diez guatemaltecos. Su promesa incluye cerrar el grifo de dinero público que ha enriquecido a las élites y abordar problemas sociales como la desnutrición infantil y el analfabetismo.
La tarea de Arévalo será inmensa, ya que gobernará en medio de una ofensiva judicial en su contra. Planea luchar por rescatar instituciones que considera cooptadas por élites corruptas, como la Fiscalía y los tribunales. Su estrategia incluye la creación de una comisión para proponer reformas destinadas a frenar el enriquecimiento ilícito y el clientelismo político.
A pesar de la difícil situación, Arévalo ha afirmado que gobernará sin miedo. La sociedad guatemalteca, particularmente los jóvenes y los indígenas, ha respaldado su ascenso a la presidencia, manifestándose activamente en redes sociales y protestando para exigir cambios. Sin embargo, se espera que la ofensiva en su contra continúe, y analistas advierten que enfrentará desafíos significativos en su mandato.