El Papa Francisco asiste a la audiencia general semanal el 10 de enero de 2024 en el Aula Pablo VI del Vaticano.
En una reunión a puerta cerrada con el clero romano, el papa Francisco abordó las recientes dudas surgidas tras la aprobación de bendiciones a parejas del mismo sexo por un documento vaticano. El pontífice alegó que estas bendiciones están dirigidas "a las personas" y no alteran la doctrina del sacramento del matrimonio entre un hombre y una mujer.
El obispo vicario de Roma, Angelo De Donatis, resumió la posición del papa al afirmar que "la intención es bendecir a las personas". Francisco subrayó que estas bendiciones no constituyen una aprobación del pecado y que, en última instancia, se bendice a las personas, no a la situación en sí.
Ante una pregunta de un sacerdote africano sobre la aceptación de estas bendiciones en África, donde la homosexualidad es ilegal en muchos países, el papa reconoció que la cultura africana puede no aceptar estas bendiciones. Además, indicó que ya había aclarado este tema con el cardenal congoleño Fridolin Ambongo.
El encuentro con el clero se caracterizó por un "diálogo abierto y familiar en un clima de cordialidad", según la Diócesis de Roma. El papa también anunció que reanudaría sus visitas a las parroquias romanas, tras tres encuentros recientes en áreas con desafíos particulares.
La apertura histórica del papa Francisco hacia la posibilidad de bendiciones a parejas del mismo sexo ha generado debate y divisiones dentro del clero, con algunas facciones conservadoras y obispos, especialmente africanos, expresando fuertes críticas y rechazo. La controversia surgió a raíz de la declaración "Fiducia Supplians" de la Congregación vaticana para la Doctrina de la Fe, que permitía la impartición de bendiciones a parejas en situaciones irregulares o del mismo sexo sin convalidar oficialmente su estatus ni alterar la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el matrimonio. Ante la polémica, el cardenal Víctor Manuel Fernández, de la congregación, matizó que estas bendiciones no serán "litúrgicas ni ritualizadas" y no justificarán dichas situaciones.