Daniel Noboa, el joven empresario que a sus 35 años se convirtió el año pasado en el presidente más joven de la historia democrática de Ecuador, un gobernante al que no le tiembla el pulso. EFE / José Jácome.
17 de enero del 2024.
Quito, Ecuador - Daniel Noboa, el joven empresario de 35 años que se convirtió en el presidente más joven de la historia democrática de Ecuador, ha marcado sus primeros meses de mandato como un gobernante pragmático y de pocas palabras, destacándose por su enfoque de "mano dura" contra el crimen organizado.
Al asumir el mando en noviembre pasado, Noboa priorizó la seguridad, enfrentando las amenazas de las bandas criminales que dominan las cárceles y contribuyen a la alta tasa de violencia en Ecuador. Su plan para controlar las prisiones desató la arremetida de estas bandas, llevándolo a declarar el estado de excepción y posteriormente el "conflicto armado interno".
Catalogando a 22 bandas criminales como "terroristas", Noboa presentó el diseño de dos cárceles de máxima seguridad para alrededor de 1.400 reclusos. Este enfoque ha sido comparado con medidas similares implementadas por el presidente Nayib Bukele en El Salvador.
Noboa, hijo del magnate bananero Álvaro Noboa, ha adoptado un estilo desenfadado y utiliza las redes sociales para comunicarse con las nuevas generaciones. Aunque se muestra infrecuentemente en los medios tradicionales, utiliza plataformas digitales para informar sobre sus actividades, mostrando un lenguaje directo y alejado del protocolo.
Su firmeza se evidencia en su rechazo a negociar con lo que él llama "terroristas", ordenando a los militares neutralizarlos. Noboa, que ganó las elecciones con un enfoque en la generación de empleo y oportunidades para los jóvenes, busca conectar con esta parte importante de la población ecuatoriana.
Nacido en Miami en 1987, Noboa proviene de una familia adinerada y es la tercera generación de un emporio empresarial. Su padre, Álvaro Noboa, fue cinco veces candidato presidencial. Daniel Noboa ha sido firme en sus acciones y declaraciones, destacando por su determinación y evitando ser el centro de atención en la política tradicional.
Aunque su carrera política comenzó en 2021 como asambleísta, Noboa ha demostrado tener una visión ejecutiva y ha tomado decisiones contundentes en sus primeros meses como presidente. Su estilo y enfoque hacia la seguridad, así como su búsqueda de consensos en la Asamblea Nacional, marcan un nuevo capítulo en la política ecuatoriana.