A pesar del dolor y luto que dejó la tragedia de Chiapas, donde nueve personas de Baní perdieron la vida hace un año, los habitantes de esta localidad en la República Dominicana continúan emprendiendo la arriesgada travesía conocida como la "vuelta a México" en busca del sueño americano. El fenómeno ha aumentado en frecuencia y número de personas participantes.
La tragedia de Chiapas, ocurrida en diciembre de 2021, involucró la volcadura de un tráiler en México, resultando en la muerte de 53 personas, incluyendo nueve residentes de Baní. A pesar de esta pérdida y del dolor persistente, la emigración ilegal desde Baní hacia Estados Unidos ha continuado, afectando familias enteras y generando secuelas económicas y sociales.
La "vuelta a México" se ha intensificado en los últimos dos años, con nuevos destinos, costos y modalidades. Las comunidades rurales, en particular, están experimentando una disminución de la población activa, afectando la producción agrícola y generando la necesidad de contratar mano de obra extranjera para diversas actividades.
Se estima que más de 25 a 30 organizadores de viajes ilegales operan en la provincia Peravia, y se habla de la participación de 15 a 20 grupos semanales, cada uno compuesto por 30 a 40 personas. La nueva modalidad incluye viajes "con entrega" y "sin entrega", con la primera opción permitiendo a los viajeros entregarse a los controles migratorios en la frontera entre México y Estados Unidos, acortando el tiempo de travesía a aproximadamente 8 a 13 días.
La ruta de viaje ha experimentado cambios, con destinos iniciales en El Salvador, Panamá o Nicaragua, y luego traslados por tierra y aire a través de Guatemala y México. La modalidad "sin entrega" sigue la ruta tradicional, atravesando bosques y enfrentando diversos peligros en el camino.
Los costos de los viajes ilegales han disminuido, y se ofrecen opciones VIP o expresos con tarifas más altas, algunos llegando hasta 18 mil dólares. Además, se han observado nuevas prácticas sorprendentes, como la elaboración de expedientes de violencia doméstica para mejorar las posibilidades de ser acogidos en programas humanitarios en Estados Unidos.
A pesar de los riesgos y desafíos, la búsqueda del "sueño americano" persiste en Baní, donde cientos de personas continúan dejando la localidad en busca de un futuro mejor en Estados Unidos.