Por: Alfonso Alvarez, www.laspalomastv.com
Ubicación: Santo Domingo Este, República Dominicana
Una ola de delincuencia en la autopista de San Isidro, municipio Santo Domingo Este, tiene a los deliverys como blancos de atracos, generando preocupación y temor entre los repartidores. Los delincuentes roban celulares, dinero de los repartos e incluso motocicletas, llevando a algunos motoristas a perder la vida en medio de los asaltos.
El caso más reciente involucra a Fernando Cabral Blanco, residente en Los Alcarrizos, quien fue asaltado frente a una cabaña en la autopista de San Isidro. Durante el atraco, recibió un disparo en la barriga. A pesar de comunicarse con familiares, murió dos horas después mientras esperaba la llegada del Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad (911). Cabral trabajaba como repartidor para la plataforma PedidosYa.
Las autoridades están investigando este caso y buscando a los responsables para llevarlos ante la justicia. Según informes preliminares, los delincuentes no lograron despojar a Cabral de su motocicleta y huyeron del lugar, dejándolo herido.
El gremio de deliverys denuncia la falta de seguridad y solicita medidas urgentes. Ricardo Rodríguez, de la Asociación de Delivery de Santo Domingo, hizo un llamado al presidente Luis Abinader y al nuevo director de la Policía Nacional, mayor general Ramón Antonio Guzmán Peralta, para intervenir en la situación. Explicó que más de 300 personas que se ganan la vida repartiendo productos se enfrentan a una ola de atracos que incluyen robos de celulares, dinero y motocicletas.
Freddy Zapata, delivery de PedidosYa, señaló que la situación es especialmente difícil durante las horas nocturnas, cuando los repartidores son presa fácil de los delincuentes. Exhortó a un mayor patrullaje policial en el municipio y expresó preocupación por la demora del 911 en llegar a dar los primeros auxilios en caso de emergencias.
Joaquín Medina también compartió su experiencia, destacando que la falta de presencia policial en ciertas áreas ha contribuido al aumento de la delincuencia. Aseguró que los comerciantes también viven con miedo y prefieren cerrar temprano para evitar situaciones peligrosas.
Este reciente episodio se suma a una serie de eventos violentos que han afectado a los deliverys en la zona, subrayando la necesidad de abordar la inseguridad que enfrentan quienes se dedican a este trabajo.
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