La ciudad de Chicago, EE. UU., está lidiando con una crisis humanitaria debido a la llegada masiva de migrantes. Las autoridades locales se esfuerzan por proporcionar alojamiento a miles de personas que han saturado la capacidad de respuesta de la ciudad.
Aproximadamente 23 mil personas llegaron huyendo de la violencia y el colapso económico en el último año, y aún quedan varios miles viviendo en carpas y campamentos improvisados. La ciudad enfrenta desafíos logísticos y climáticos, ya que se acerca el crudo invierno de Chicago.
La mayoría de los refugiados son de origen venezolano, pero también hay personas de Colombia, Ecuador, Nicaragua y Rusia. La ciudad busca soluciones urgentes para garantizar la seguridad y el bienestar de los migrantes.