Por Alfonso Alvarez, www.laspalomastv.com
20 de noviembre del 2023.
Tras los intensos aguaceros del pasado sábado, desencadenados por un disturbio tropical, la calle Isabel Aguiar, ubicada en el kilómetro 12 de Haina, se convirtió en un escenario de desastre. Decenas de familias quedaron damnificadas y narraron la "desgracia" que vivieron al ver sus hogares inundados.
Los residentes, con 50 y 30 años de antigüedad en el lugar, afirmaron que nunca habían experimentado algo similar. Las fuertes lluvias transformaron las calles en improvisados ríos que arrastraron todo a su paso. Aunque agradecieron que no hubo víctimas mortales, hicieron un llamado urgente a las autoridades para recibir ayuda, ya que muchos perdieron todo.
El desastre comenzó alrededor de las 4:00 de la tarde del sábado cuando el agua empezó a entrar en sus hogares. Los moradores describen escenas de caos, con vehículos siendo arrastrados y personas pidiendo auxilio desde su interior. A pesar de llamar a los Bomberos y al 911, la ayuda no llegó de inmediato, dejando a muchos en una situación desesperada.
Mireya Sánchez, de 83 años, comparó la situación con lo que había visto solo en películas y describió personas atrapadas en vehículos que pedían auxilio. La rápida subida del agua y el levantamiento del asfalto fueron las principales razones por las cuales decenas de hogares quedaron completamente inundados.
Los residentes expresaron su frustración por la falta de respuesta de las autoridades y destacaron que las brigadas de Obras Públicas solo retiraban escombros con maquinaria, sin brindar asistencia a los afectados. Aunque no hubo pérdidas de vidas, la tragedia dejó a las familias con la difícil tarea de recuperarse, enfrentándose a hogares llenos de lodo y pertenencias dañadas.
Luz María Jiménez de Óleo lamentó la pérdida de los uniformes escolares de sus tres hijos pequeños, mientras que Carlos Núñez compartió la devastación de verlo todo mojado y dañado. A pesar de la difícil situación, los afectados se ayudaron entre sí, destacando la falta de apoyo oficial.
En resumen, la calle Isabel Aguiar se convirtió en un testimonio visual de la vulnerabilidad de las comunidades ante fenómenos climáticos extremos y resalta la necesidad de una respuesta efectiva por parte de las autoridades para brindar apoyo a los afectados y prevenir futuros desastres.