Según un informe del Grupo de Expertos de la ONU, la mayoría de las armas que llegan a Haití provienen de la República Dominicana y Estados Unidos. Estas armas contribuyen a la violencia y a la inseguridad en el país. El informe señala que la mayoría de las armas de fuego y municiones en circulación en Haití son fabricadas o compradas originalmente en Estados Unidos y llegan a Haití directamente desde Estados Unidos o a través de la República Dominicana.
El tráfico de armas se ve facilitado por la inseguridad, el vacío institucional y la debilidad de los controles fronterizos en la región. Además, la falta de seguridad y control en la frontera entre Haití y la República Dominicana ofrece una oportunidad a las redes de criminalidad transnacional para ampliar sus actividades.
El informe también menciona que las bandas criminales en Haití han encontrado fusiles de tipo AK, posiblemente introducidos a través de redes de narcotráfico o llegados desde la República Dominicana. Las bandas pueden comprar armas de fuego y municiones en el mercado ilegal de Haití o la República Dominicana.
La costa del sur de Haití también se utiliza como punto de llegada de cocaína procedente de Colombia, que se transporta en barco o en pequeñas aeronaves que pueden volar por debajo de los radares. Una vez descargada en Haití, la droga pasa la frontera dominicana por tierra y se envía a otros destinos. La crisis haitiana está teniendo un impacto en la actividad criminal transnacional en la región, con la demanda y circulación de armas de fuego ilícitas en Haití alimentando el tráfico en la República Dominicana y Jamaica.
Las autoridades de la República Dominicana han realizado detenciones de miembros de bandas haitianas y han desbaratado actividades delictivas transfronterizas, incluido el tráfico de armas. La situación en Haití y la región continúa siendo motivo de preocupación debido a la violencia y el tráfico de armas.