Foto ilustrativa de Inteligencia Artificial.
Por Alfonso Alvarez
Los avances en inteligencia artificial (IA) están transformando la sociedad y tienen un potencial significativo a nivel empresarial. Sin embargo, en América Latina todavía existe una alta desconfianza hacia la IA. Varios factores contribuyen a esta desconfianza:
Limitaciones de acceso: Muchos en la región tienen dificultades para acceder a la tecnología de IA debido a restricciones financieras y de infraestructura.
Temor a la pérdida de empleos: Existe preocupación entre los empleados de que la automatización impulsada por la IA pueda resultar en la pérdida de puestos de trabajo.
Desconfianza en la privacidad de datos: Muchas personas son reacias a compartir sus datos personales debido a preocupaciones sobre la privacidad y la ciberseguridad.
A pesar de estas preocupaciones, la IA tiene un potencial gigante y puede ser una herramienta poderosa para impulsar la eficiencia en las empresas y en la sociedad en general. Salesforce, por ejemplo, promueve una "inteligencia artificial ética" que se centra en el uso responsable y transparente de la tecnología.
A nivel empresarial, las aplicaciones de la IA son amplias, desde la automatización de tareas administrativas hasta la atención al cliente a través de chatbots. Sin embargo, es crucial que se respete la privacidad y la seguridad de los datos para que la tecnología sea percibida como confiable.
La IA es parte de la Cuarta Revolución Industrial, que se caracteriza por su velocidad y su impacto en múltiples aspectos de la sociedad. La democratización de la IA es fundamental para garantizar que todos tengan acceso a sus beneficios y que no amplíe la brecha social en la región. América Latina tiene un gran potencial en este sentido, ya que cuenta con talento humano y capacidad para aprovechar la tecnología de manera positiva.
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